Desde hace algún tiempo nuestro estudio se enfoca fundamentalmente en crear proyectos creativos que giren alrededor de la gastronomía y nuestra área de especialidad es “Food Illustration” o Ilustración Gastronómica. Buscamos transformar platos icónicos en arte visual y todas las ilustraciones que se integran a los proyectos son pintadas a mano.
¿Por qué lo hacemos? Creemos que es interesante replantear la pintura como un medio para representar la realidad, y particularmente, la comida. Y es que, aunque desde hace algún tiempo, la fotografía es el lenguaje por excelencia para representar platillos, recetas y comida en general, las ilustraciones han sido usadas en los recetarios desde el siglo XVII y actualmente vuelven a estar en auge. Esto se debe al carácter personal, creativo y subjetivo que estas aportan.
Una de las influencias del estudio es Cipe Pineles, directora de arte de Condé Nast en los años treinta. Pineles fue la primera persona en incluir pintura propia del mundo de las bellas artes en revistas de producción masiva, entre ellas obra de Ad Reinhardt y Andy Warhol. Particularmente su recetario Leave Me Alone With the Recipes: The Life, Art & Cookbook of Cipe Pineles (Bloomsbury, 2017) representa una inspiración para el estudio por retomar la ilustración como medio en un recetario y replantearla como un aporte vanguardista.
¿Qué aporta la ilustración en un recetario? Definitivamente, la estética cambia, lo convierte en un libro personal, creativo y artístico, evoca el proceso mismo de cocinar. En ocasiones, dependiendo del estilo de ilustración, aporta incluso un carácter divertido y moderno. La ilustración del platillo invita a quien lo mira, a imaginar aquello que va a cocinar en lugar de considerar a la foto como una meta definida a la cual tiene que llegar.
Además consideramos que la comida pintada, tanto los ingredientes como los platos en si, aportan una forma más de acercarse a un libro de recetas. El lector no solo abrirá el libro para conocer, leer y llevar a cabo las recetas, sino que el recetario también se convierte en un viaje visual para quien lo tiene entre las manos. De esta forma, la ilustración gastronómica otorga una dimensión más a los libros de recetas.