En este artículo hablaré del impacto revolucionario de la aparición de CHAT GPT en el mundo de la inteligencia artificial, especialmente en relación con DALL-E y las inteligencias generadoras de imágenes.
Esta tecnología se ha difundido por casi todo el mundo en menos de un año de manera positiva y sorprendente pero no podemos dejar de lado que, por mas que nos encante, nos ilusione y nos facilite la vida, en muchos casos surgen numerosas cuestiones que deben ser discutidas y difundidas tanto entre los profesionales creativos como en la sociedad en general.
Son muchas las controversias desatadas que van desde el plagio hasta la sustitución de artistas, los desafíos éticos asociados y la cuestión crucial de la propiedad intelectual. A su vez, también quiero poner en la conversación la importancia de comprender las diferencias entre las herramientas tecnológicas tradicionales y las IA generadoras de imágenes. Me interesa fomentar la conciencia y la discusión sobre el uso de estas herramientas y su impacto.
Las IA generadoras de imágenes y el mundo del arte
Desde mediados del año pasado, la aparición de CHAT GPT ha revolucionado el mundo de la inteligencia artificial y, por consiguiente, nuestro mundo. Aunque el uso de esta tecnología se ha vuelto bastante común en muy poco tiempo, las cosas continúan evolucionando constantemente. Existen muchos aspectos sin resolver y aún no sabemos hacia donde se dirigirá la humanidad tras la liberación de las distintas IA al público en general.
Desde mi perspectiva como ilustradora y artista visual, quiero abordar algunas cuestiones que considero necesarias de discutir y difundir, no solo entre los profesionales del gremio creativo, sino también en la sociedad, para que todos seamos conscientes de lo que implica el uso de estas herramientas. En este artículo, me centraré específicamente en DALL-E, la Inteligencia Artificial que crea imágenes a partir de una descripción. Aunque no es la única, prácticamente es la precursora de las demás y lo que diré de ella puede ser extrapolable a otras inteligencias generadoras de imágenes.
Han surgido bastantes controversias en torno al uso de las imágenes generadas por IA. Recientemente, el fotógrafo alemán Boris Eldagse ganó en el premios internacional de fotografía de Sony en una de sus categorías. La fotografía con la que ganó representaba a dos mujeres de diferentes generaciones en blanco y negro generada por IA. El fotógrafo rechazó el premio y declaró que lo había hecho para ver si los concursos de fotografía estaban preparados para gestionar el tema de las imágenes generadas por inteligencia artificial. Y, de acuerdo a sus declaraciones, no lo están. Eldagse comentó: «Necesitamos una discusión abierta en el mundo de la fotografía», «Una discusión sobre lo que consideramos como fotografía y lo que no. ¿Es el ámbito de la fotografía lo suficientemente amplio como para permitir la entrada de imágenes generadas por IA, o sería un error?» Además declaró que «Con el rechazo del premio, espero acelerar este debate». Afirmó que: «Las imágenes generadas por IA y la fotografía no deben competir entre sí en un premio como este. Son entidades diferentes. La IA no es fotografía. Por lo tanto, no aceptaré el premio». Este caso en particular pone de manifiesto los desafíos y las preguntas éticas que surgen cuando la IA se involucra en campos tradicionalmente asociados con la creatividad humana, como la fotografía.
Otro caso, en la comunidad Valenciana específicamente, que ha generado polémica es el de El Festival Internacional de Teatre de Carrer, FITCarrer. Este festival ha contratado al estudio para crear su cartel. El estudio ha incluido imágenes generadas por inteligencia artificial (IA) en su imagen de este año, que por cierto, a mi me ha parecido un buen diseño. No obstante, a pesar de que las imágenes utilizadas en sus carteles son generadas por el sistema de IA desarrollado, pareciera que se atribuye la autoría del cartel en su totalidad al estudio en cuestión. Esta situación me parece que puede ser engañosa, ya que atribuir el diseño de un cartel diseñado por humanos pero que incluye imágenes de IA puede incluso violar los derechos de autor de los desarrolladores de la IA (ya que de momento esas imágenes pertenecen a la IA en cuestión, independientemente de que esto nos guste o no, hasta que se resuelva el tema legal parece que esto es así). De hecho, el periódico Castellón Plaza nombre como autor directamente a un diseñador, cuando la cuestión no es tan clara actualmente. Cito al periódico: «el estudio de Castellón defiende que la IA es «una herramienta más» de su proceso y, por ello, no puede decirse que el diseño haya sido generado por una inteligencia artificial. «Lo hemos hecho nosotros, porque hemos sido quienes hemos pensado el eslogan, las imágenes que irían bien y el tipo de gráfica que mejor cuadraba. No se trata de darle a un botón y que te aparezcan imágenes por arte de magia. Hemos trabajado mucho tiempo en el proyecto. A la IA hay que depurarla, es una especie de prueba y error. No puedes decirle que te cree un cartel y ya», explica… «,[el] autor de la obra, a Castellón Plaza.» Atribuir esa autoría de manera directa sería como si en el caso en el que un estudio realizara un cartel con las ilustraciones de un ilustrador humano y se atribuyera su autoría al estudio únicamente. Es importante saber que dado que las imágenes son de la IA creadora, la autoría del cartel no es tan fácilmente atribuible. Y la cuestión que esta aquí en el foco sería si las personas podemos usar esas imágenes e incluirlas en nuestros trabajos, presentarlas como propios y cobrar por ello. De momento el tema es complicado.
Por ello, algunas de las cuestiones que se tienen que tratar con urgencia y tomar en cuenta cuando se habla de imágenes generadas por IA son las siguientes:
- Plagio: Algunos artistas se han preocupado de que DALL-E pueda crear imágenes que parezcan muy similares a sus propias obras, lo que podría llevar a acusaciones de plagio.
- Sustitución de artistas: Para algunos artistas, DALL-E podría parecer una amenaza, ya que su capacidad para generar imágenes rápidamente y de manera eficiente podría tentar a los clientes a elegir esta herramienta en lugar de contratar a un artista humano. Pero esperemos que nada pueda reemplazar la pasión y la visión artística únicas que aporta un artista real.
- Propiedad intelectual: Como hemos visto, otro tema importante es la propiedad de las imágenes generadas por DALL-E, sobre todo si se usan con fines comerciales. ¿Quién es el dueño de estas imágenes? ¿El usuario que proporciona la descripción o el equipo que desarrolló la herramienta? La respuesta por ahora es el equipo que desarrolló la herramienta, es decir, OPEN AI. Pero debo mencionar que actualmente se encuentran en una batalla legal con Getty Images y el uso masivo de sus imágenes para entrenar a su IA.
Respecto a la propiedad de las imágenes generadas por DALL-E, debemos tener en cuenta que dado que estas son propiedad de OpenAI, la empresa que desarrolló esta tecnología innovadora. OpenAI tiene derechos de autor sobre el software y los algoritmos utilizados para crear las imágenes, por lo que cualquier imagen generada se considera una obra derivada de estos derechos de autor. En definitiva actualmente, las imágenes generadas por DALL-E no pertenecen a los usuarios que proporcionan las descripciones. Por lo tanto, para los casos de concursantes que sometan obras generadas por IA se debe de saber que realmente la imagen no es de ellos. Y, para el caso de fines comerciales, me parece que sobra que una empresa no puede usar esa imagen ya que hay una actividad de lucro evidente. Si alguien utiliza una imagen generada por DALL-E con fines comerciales sin la autorización del propietario de los derechos de autor, podrían estar infringiendo la ley y enfrentar consecuencias legales, como demandas por infracción de derechos de autor y la obligación de pagar daños y perjuicios.
En cuanto a si los artistas seguirán teniendo trabajo mientras OpenAI restrinja el uso comercial de las imágenes generadas por DALL-E, no hay una respuesta definitiva. Aunque algunas empresas y organizaciones ya están utilizando herramientas de IA para generar contenido visual, como logotipos y gráficos.
Sin embargo, también es cierto que la creatividad y la habilidad artística humana son valiosas y únicas, y pueden ofrecer un valor añadido que la IA no puede replicar. Por lo tanto, es posible que los artistas puedan seguir encontrando trabajo y oportunidades en el mercado creativo, siempre y cuando sean capaces de destacarse y ofrecer algo que la IA no pueda igualar. Sobre este aspecto escribiré en mi siguiente artículo, que hablará de las ideas «equivocadas» o malinterpretaciones debido a la desinformación acerca de si existe o no en el uso de una IA un aspecto creativo.